jueves, 16 de diciembre de 2010

Darío huésped de honor en casa de Neruda

Hace 125 años Rubén Darío desembarcó en el ahora patrimonial puerto de Valparaíso en Chile, en donde dio sus primeros pasos literarios convirtiéndose en el líder y padre del movimiento modernista que encantó al mundo de las letras de aquella época. A sus escasos 21 años publicó en Chile la primera edición de ‘Azul’, obra que aparte de marcar el inicio de su impresionante legado literario lo enlazó de por vida con el país austral… el país del misterioso y fascinante Pablo Neruda.

Y es precisamente en la casa-museo del poeta Chileno en Isla Negra, donde Darío reside como un permanente huésped de honor. Un cuadro con el busto del príncipe de las letras castellanas cuelga en una de las paredes de la recepción de la casa del premio Nóbel de literatura. A pesar de no haberse conocido por transitar por el mundo en distintas épocas (cuando Darío murió Neruda tenía 12 años), ambos son grandes referentes Latinoamericanos de las letras y el pensamiento. Darío como padre del Modernismo, Neruda como pionero del Vanguardismo. Ambos innovaron en literatura, cada uno en su respectivo movimiento.

Para cualquier adicto literario es un verdadero manjar recorrer la increíble casa que construyó Neruda en la playa de Isla Negra. Apreciar sus variadas y secretas colecciones de ‘cosas’, descubrir sus pasiones reflejadas en cada habitación y observar el azul intenso del mar que le sirvió de inspiración para muchos de sus poemas. Y la visita se vuelve aún más sorprendente al observar al gran Rubén instalado en una de las paredes. Sobre todo cuando la literatura se lleva en el alma y más aún cuando sos de la misma patria que vio nacer a Darío.

Cuenta la historia que Darío llegó a esa pared de la casa por obsequio de un ex-presidente de Nicaragua. Esta vez no desembarco en Valparaíso, esta vez viajo por avión al aeropuerto de Santiago. Esta vez no llegó a Chile a trabajar y escribir, llegó a visitar a un amigo al que nunca conoció. Ahora Darío es huésped de honor permanente de Neruda… el cual probablemente lo hubiese invitado a tomar ‘el once’ a su casa y debatir sobre asuntos literarios y no literarios si hubiesen coincidido en época.

El mundo de las letras y el arte de las casualidades me permitieron llegar hasta Isla Negra y llevarme esta grata sorpresa cargada de emotividad y orgullo patrio. Contemplar en el pensamiento las musas de Darío y Neruda en un solo tiempo y espacio, evocar los poemas de amor, la canción desesperada y los cantos de vida y esperanza al unísono, divagar en las obras sensuales del Nica y los trabajos herméticos del Chileno. Espero que no sea la última vez que los encuentro juntos, después de todo dos inmortales del género no pueden vivir alejados.

Ruben Dario en casa de Pablo Neruda, Isla Negra, Chile

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿Dónde está Nicaragua?

He tenido la suerte de viajar por algunos países Latinoamericanos e interactuar con gente de diferentes nacionalidades. Usualmente cuando el tema Nicaragua aparece en escena estoy acostumbrado a dos tipos de preguntas: ¿Dónde está Nicaragua? y ¿Ya terminó la guerra? Como buen patriota siempre trato de dejar claro tanto la ubicación geográfica, la situación actual, la riqueza natural y cultural, y la hospitalidad de los Nicas a cualquier persona que me formula estas preguntas. Es de esperarse que un país tan pobre y acostumbrado a sobresalir positivamente en casi nada, este a merced de este tipo de preguntas. Sin embargo, lo que más me sorprende no es el tipo de preguntas, sino las personas que preguntan. Por simple prejuicio siempre espero que estas preguntas vengan de parte de ciudadanos europeos o estadounidenses (quienes efectivamente las hacen), pero muchas de las preguntas y comentarios más ingenuos y absurdos sobre Nicaragua los he escuchado de boca de nuestros hermanos Latinoamericanos. Para muestra, les presento una selección de mis frases favoritas para que se deleiten con esta muestra de sabiduría pura.


“Pero como que ustedes limitan con Costa Rica, si Costa Rica es una isla”. Fue la expresión de la administradora de un hotel en el centro de Viña del Mar, Chile, cuando le explicaba que Nicaragua limita al norte con Honduras y al Sur con Costa Rica.

“Que envidia, ustedes tienen frontera con Brasil, se pueden ir por tierra… yo quisiera conocer Brasil”. Fue el comentario de un ex-compañero de trabajo en Saltillo, México cuando me presente y le dije que era de Nicaragua. Es un Arquitecto graduado de una de las universidades más reconocidas del norte de México al que decepcioné cuando le aclaré que cuando visitara Nicaragua no íbamos a poder pasar a Brasil.

“¿Porqué los migrantes Centroamericanos tienen que venir a México para cruzar a USA? ¿Porqué no cruzan por su propia frontera y dejan de chingarnos?”. En realidad no sé si esta fue una crítica o un reclamo por tantos migrantes Centroamericanos que buscan llegar a USA y obviamente atraviesan el territorio mexicano para lograr su objetivo. Era un Supervisor Medio de una institución pública mexicana en donde trabaje un tiempo. Quede sin palabras, no pude contestar nada, simplemente una asombrosa lección geográfica.

“Yo quiero ir a Nicaragua para conocer las cataratas del Niágara”. Fue el comentario de una compañera de clases colombiana, publicista de profesión, durante una cena con algunos compañeros de mi MBA. Ante tal aseveración y después de la burla grupal no pude contenerme y le respondí: “Sí, antes pertenecían a Nicaragua, sin embargo debido a la crisis económica tuvimos que venderlas y las trasladamos por barco hasta la frontera de USA y Canadá”.

“¿El Caribe? Pero si Cuba está en Centroamérica, junto a Nicaragua”. La mayoría de los Chilenos que he conocido (y no han sido pocos) consideran que las islas del Caribe son parte de Centroamérica. Asocian a Cuba, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Haití y el resto de las Antillas con Centroamérica. Resulta que ahora somos vecinos cercanos del democrático Fidel. Cansado de explicar las divisiones geográficas a los Chilenos decidí tomar el consejo de un amigo y limitarme a contestar: “Es muy común la frase Centroamérica y el Caribe”.

“¿En qué parte de Venezuela esta Nicaragua?”. Al escuchar esta pregunta de boca de un Argentino dueño de un negocio en el centro de Buenos Aires, mi primera reacción mental fue maldecir (una vez más) al narcisista presidente Chávez. Aunque después de todo no se le pueden atribuir todos los males al comandante; él si sabe donde esta Nicaragua.

Me he acostumbrado a escuchar todo tipo de disparates geográficos sobre mi paisito, desde posicionarlo en distintas partes del continente hasta atribuirle maravillas naturales ajenas. Después de estas grandes lecciones geográficas he aprendido lo siguiente:

1. Nicaragua limita con USA, Cuba y Brasil. La buena nueva es tendremos el mundial de fútbol del 2014 al otro lado de la frontera.

2. Nicaragua es un país móvil: A veces amanece en Norteamérica, otras veces en Sudamérica, y algunas otras en el Caribe. Increíblemente muy pocas veces amanece en Centroamérica.

3. Los Nicas somos tan tontos que no solo hemos ‘cedido’ territorios continentales e insulares como Guanacaste, Nicoya y San Andrés, sino que también cedimos las cataratas del Niágara.