Camisetas usadas por Pelé y Vavá en Suecia 1958 |
Agosto 2010, 8:00
AM, Terminal Tres Cruces, Montevideo. Bajo del ómnibus procedente de Punta del
Este con mi fiel acompañante –mi mochila negra que resguarda mis pertenencias
personales-. Los 5 grados centígrados del momento me obligan a entrar
rápidamente a la terminal. Busco algo de comer, consigo un mapa de la ciudad en
una oficina de turismo y una edecán rubia vestida con los colores del Peñarol
–el equipo de futbol más antiguo del continente y el más popular de Uruguay- me
regala un brochure con información
del equipo y me ofrece un tour para verlo jugar el siguiente Domingo en el
Centenario.
El estadio Centenario
fue construido especialmente para la primer Copa Mundial de Fútbol en 1930. Una
verdadera Meca declarado por la FIFA como Monumento Histórico del Futbol
Mundial, siendo la única construcción de esta índole en todo el mundo. Más allá
de recorrer los colores y sabores de la ciudad mi meta es visitar el Centenario,
recorrer su museo y ver con mis propios ojos el escenario donde se jugó esa
primer final de una Copa Mundial hace 80 años ganando Uruguay 4-2 a Argentina.
Después de
encontrar hospedaje y dejar mi mochila en la cama salgo a recorrer la ciudad. Montevideo
está pintado de celeste igual que el cielo, días atrás Uruguay había conseguido
el cuarto lugar en la Copa Mundial de Sudáfrica y Diego Forlan había sido
elegido el mejor jugador de la Copa. Y precisamente ‘Cachavacha’ -como llaman a Forlan en Sudamerica- está en
todas partes… periódicos, revistas, vallas publicitarias, paredes, camisetas,
carros, etc. También hay muchos Luganos y Suarez en las calles, pero sobretodo
mucha alegría en la gente, no hay otro tema de conversación que no sea la
actuación de ‘La Celeste’ en el mundial. El país está de fiesta.
Balon de la final de la primera Copa Mundial Uruguay 1930 |
Termino el día
con los pies cansados acompañado de un par de ‘Patricias’ –cerveza local- en un
bar de Ciudad Vieja. La mañana siguiente despierto temprano y después de varias
vueltas en bus llego al estadio. Luce impotente pero no oculta las heridas del
tiempo. Entro al museo y me recibe un señor de unos 75 años quien se encarga de
darme la inducción al museo y al estadio. El señor es una enciclopedia de
futbol, es toda una experiencia escucharlo, se emociona al hablar y hace
especial énfasis en la calidad del futbol de su país a pesar de solo contar con
3 millones de habitantes.
En el museo están
las 2 Copas Mundiales y varios trofeos de Copa America ganados por Uruguay
entre muchas otras cosas. También sobresalen la camiseta verdeamarela usada por Pelé en el Mundial Suecia 1958 y el balón de
cuero cocido a mano con que se disputó la primer final de una Copa Mundial. Desde
las gradas me imagino el estadio en esa gran final de 1930, los uniformes, el
balón, el público, los goles, la pasión. ¡Cuánta historia futbolística en un
solo lugar! Adentro en sus entrañas me transportó en el tiempo. Afuera la
ciudad continua teñida de celeste desde las calles hasta el cielo. No hay duda
que Uruguay es sinónimo de futbol. No hay duda que cumplí mi objetivo.
Vista panoramica del Estadio Centenario |
No hay comentarios:
Publicar un comentario