Debido a su experiencia guiando multitudes en desiertos y la baja demanda de sus servicios en Medio Oriente, Moisés decidió irse a trabajar al estado de Sonora, México. Había escuchado que los migrantes Centroamericanos pagaban bien para cruzar la frontera en busca del sueño americano. Se puso en contacto con varios ‘polleros’ expertos y aprendió las rutas rápidamente. Su primer trabajo fue cruzar a un grupo de 40 migrantes hasta la ciudad de Phoenix. A pocos kilómetros de llegar al punto acordado, fueron capturados por la patrulla fronteriza. Moisés se declaró culpable de tráfico de personas y fue deportado a la tierra prometida.
Bueno tu relato...una metáfora verdadera.Saludos.
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Gracias Mario. Muy bueno tu blog por cierto. Saludos!
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