viernes, 16 de septiembre de 2011

Cartas y cuentos para Nicaragua... ¡No bastan!

Desde que se oficializó la candidatura presidencial del empresario radial Fabio Gadea Mantilla, sus habituales ‘Cartas de amor a Nicaragua’ publicadas en el diario ‘La Prensa’ han ganado popularidad entre los lectores frecuentes y esporádicos de este medio de comunicación. Con una trayectoria política poco relevante, don Fabio –de 80 años- es primordialmente conocido por ser el creador de ‘Pancho Madrigal’, un personaje ficticio difundido en ondas radiales e historietas impresas, posiblemente el personaje ficticio más popular de Nicaragua y sin duda mucho más popular que su creador.

En sus cartas don Fabio condena los constantes abusos de poder característicos del actual gobierno. Critica la corrupción endémica de nuestras instituciones gubernamentales y sus circenses dirigentes. Expone su compromiso con el desarrollo económico y social de la nación. Propone cambios esenciales para el país y convoca a la población a darle la oportunidad de elegirlo como presidente para tomar la batuta del cambio. Sin embargo sus propuestas son sostenidas más en buenas intenciones que en una estrategia bien diseñada para lograrlos.

Sus cartas no son una muestra de excelsa retórica ni de magna prosa, pero encierran un contenido de compromiso y amor para con la patria. Algunas lucen muy acertadas, otras no tanto, pero en general lucen honestas, dignas de un ciudadano que anhela un cambio positivo para su país y se preocupa porque este suceda a la mayor brevedad posible.

Actualmente el país se encuentra secuestrado por un grupo de prehistóricos líderes practicantes de un izquierdismo obsoleto, que quieren perpetuarse en el poder de este paupérrimo país. Es falso que vivamos en un ambiente de paz, amor y reconciliación como nos hace creer la abundante y patética publicidad oficialista. Es falso que haya tolerancia a los pensamientos contrarios al orteguismo. Es falso que se respete la libertad de prensa, la libertad de expresión. Es falso que la seguridad judicial sea pareja para los opositores al gobierno. Es falso que exista un estado de derecho legítimo. Es falso que la pobreza y el analfabetismo se hayan reducido drásticamente.

Si bien las cifras macroeconómicas del país brindan trozos de optimismo y demuestran un buen manejo de la economía local, el panorama general del país visto desde afuera de la burbuja no es para nada alentador. Es un panorama que desconsuela, que causa incredulidad, desilusión, rabia, impotencia, nauseas, pesar.

Sin embargo, me desconsuela aún más que la esperanza mas real de cambio que tiene Nicaragua sea un señor de 80 años que toda su vida ha contado cuentos. No es mi intención desprestigiarlo por su edad ni por su oficio. Personalmente creo que es el candidato menos malo de los que oficialmente están inscritos para las próximas elecciones. No obstante, me cuesta creer que no tengamos mejores opciones, mejores candidatos, candidatos jóvenes, académica y profesionalmente preparados para dirigir el país, para liderar el cambio que tanto necesitamos. Tristemente este es nuestro presente y el futuro amenaza con ser igual. Las opciones de cambio son reducidas… posiblemente el mejor escenario seria un ficticio Pancho Madrigal administrando a una muy real Nicaragua. Después de todo nuestro presente se asemeja mucho a un cuento.

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