El pasado 17 de Marzo los usuarios de transporte intermunicipal fueron sorprendidos por una nueva tarifa cuando se dirigían a sus centros de trabajo y estudio. Los transportistas incrementaron en 15% la tarifa y anunciaron otro incremento también del 15% en los próximos tres meses. El argumento principal es el alza constante en el precio del combustible, el cual representa un 40% de sus costos operativos. Si bien es muy difícil evitar un incremento en la tarifa debido al elevado costo del combustible, esta alza representa un nuevo y contundente golpe a la frágil economía de los Nicaragüenses que utilizan a diario el transporte público para movilizarse.
Dicho incremento en la tarifa podría al menos compensarse con un mejor servicio. Sin embargo, el servicio sigue siendo pésimo, los usuarios siguen siendo víctimas del abuso desmedido de los transportistas que agreden verbalmente a los usuarios e irrespetan todos sus derechos como pasajeros. Las unidades son sobrecargadas de pasajeros basándose en la repetida y cínica frase “Avancemos que el centro va vacío”, aun cuando no cabe ya ni un alfiler. Pareciera que lo único vacío es la cabeza de estos transportistas que irracionalmente ponen en riesgo la vida de los pasajeros incluyendo la de ellos mismos. La mayoría son transportistas vacíos de educación, de sensatez, de respeto por los clientes.
Sus vacías cabezas no les permiten percatarse que la vida de los pasajeros está literalmente en sus manos. Se enfrascan en carreras idiotas de velocidad en busca de llegar primero a la siguiente estación y ganar más pasajeros, y así demostrarle a la competencia que ellos son más rápidos y más hábiles. Esas vacías cabezas que siempre ven vacio el centro del bus tampoco se percatan que los pasajeros son la razón de ser de su negocio, son los que pagan sus salarios, son los que generan sus ganancias. Por lo tanto, deben recibir un trato digno que compense el precio que pagan y la confianza que depositan en ellos para llevarlos a su destino.
Ante todos estos abusos la postura del MTI sigue siendo la misma: Vendarse los ojos, la boca, las orejas y la conciencia. Desafortunadamente solo en vísperas de accidentes asumen su rol protagónico de regular a los despiadados transportistas. Cada vez que un nuevo accidente llena las portadas de los diarios y las pantallas de los noticieros, aparece el MTI apretando a los transportistas, sancionando, regañando, advirtiendo, revisando todos los buses y microbuses. Sin embargo este efecto es fugaz, semanas después de ocurrido el accidente regresa la venda de ineficiencia del MTI. No más sanciones, no más regulación. Peor aún, se convierte en cómplice de los transportistas tolerando todos sus excesos.
Creo que la mayoría de los que viajamos o hemos viajado en bus o microbús, hemos sido testigos al menos en una ocasión de las ‘mordidas’ descaradas que conductores o cobradores dan a los inspectores del MTI frente a los ojos de todos los pasajeros. ‘Mordidas’ que para ellos justifican el exceso de velocidad y el exceso de pasajeros, la falta de documentos en regla y la pésima condición mecánica del vehículo. ‘Mordidas’ que compran conciencias del MTI y empeñan la vida de los pasajeros. ‘Mordidas’ que dan luz verde a siniestros accidentes. ‘Mordidas’ que complementan el insuficiente salarios de los inspectores del MTI que piensan en su bienestar pero no en el de los pasajeros.
Ese es el tipo de transporte que tenemos en nuestro país, ineficiente y abusador. La vida de miles de Nicaragüenses viaja empeñada todos los días en las unidades de transporte público controlado por un clan de irresponsables que se hacen llamar transportistas y piensan que nos hacen el favor de transportarnos, siendo nosotros los que les hacemos el favor de utilizar sus servicios. Parte de la culpa es de los usuarios que no exigimos un mejor servicio y muchas veces callamos ante los abusos a nuestros derechos. A pesar de todo, nada justifica el abuso descomunal de los transportistas ni la ineficiencia del MTI para regularlos. ¿Llegará el día que los usuarios nos uniremos y revelaremos en contra de estos irresponsables señores para exigir nuestros derechos? Ojala suceda pronto.
Sus vacías cabezas no les permiten percatarse que la vida de los pasajeros está literalmente en sus manos. Se enfrascan en carreras idiotas de velocidad en busca de llegar primero a la siguiente estación y ganar más pasajeros, y así demostrarle a la competencia que ellos son más rápidos y más hábiles. Esas vacías cabezas que siempre ven vacio el centro del bus tampoco se percatan que los pasajeros son la razón de ser de su negocio, son los que pagan sus salarios, son los que generan sus ganancias. Por lo tanto, deben recibir un trato digno que compense el precio que pagan y la confianza que depositan en ellos para llevarlos a su destino.
Ante todos estos abusos la postura del MTI sigue siendo la misma: Vendarse los ojos, la boca, las orejas y la conciencia. Desafortunadamente solo en vísperas de accidentes asumen su rol protagónico de regular a los despiadados transportistas. Cada vez que un nuevo accidente llena las portadas de los diarios y las pantallas de los noticieros, aparece el MTI apretando a los transportistas, sancionando, regañando, advirtiendo, revisando todos los buses y microbuses. Sin embargo este efecto es fugaz, semanas después de ocurrido el accidente regresa la venda de ineficiencia del MTI. No más sanciones, no más regulación. Peor aún, se convierte en cómplice de los transportistas tolerando todos sus excesos.
Creo que la mayoría de los que viajamos o hemos viajado en bus o microbús, hemos sido testigos al menos en una ocasión de las ‘mordidas’ descaradas que conductores o cobradores dan a los inspectores del MTI frente a los ojos de todos los pasajeros. ‘Mordidas’ que para ellos justifican el exceso de velocidad y el exceso de pasajeros, la falta de documentos en regla y la pésima condición mecánica del vehículo. ‘Mordidas’ que compran conciencias del MTI y empeñan la vida de los pasajeros. ‘Mordidas’ que dan luz verde a siniestros accidentes. ‘Mordidas’ que complementan el insuficiente salarios de los inspectores del MTI que piensan en su bienestar pero no en el de los pasajeros.
Ese es el tipo de transporte que tenemos en nuestro país, ineficiente y abusador. La vida de miles de Nicaragüenses viaja empeñada todos los días en las unidades de transporte público controlado por un clan de irresponsables que se hacen llamar transportistas y piensan que nos hacen el favor de transportarnos, siendo nosotros los que les hacemos el favor de utilizar sus servicios. Parte de la culpa es de los usuarios que no exigimos un mejor servicio y muchas veces callamos ante los abusos a nuestros derechos. A pesar de todo, nada justifica el abuso descomunal de los transportistas ni la ineficiencia del MTI para regularlos. ¿Llegará el día que los usuarios nos uniremos y revelaremos en contra de estos irresponsables señores para exigir nuestros derechos? Ojala suceda pronto.
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