domingo, 6 de septiembre de 2015

Visita nocturna

Por las noches me visita la muerte.
Se sienta de huesos cruzados sobre el sillón de mi sala,
mostrándome el fémur izquierdo.
Me pide café con splenda y un cenicero de vidrio.
Se mira elegante.
Traje formal hasta la rótula, cabello suelto sobre la clavícula,
sonrisa de actriz entre sus maxilares y un cigarro mentolado
deslizándose entre las falanges de su mano derecha.
Negociamos mi viaje, discutimos sobre la fecha de partida.
Propongo Enero para evitar disgustos navideños.
Ella prefiere Abril por cuestiones de agenda.
Termina el café.
Se limpia la tráquea, recoge sus cosas
y sale de prisa sobre sus metatarsos antes que amanezca.
Hasta la fecha, no hemos llegado a un acuerdo.

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